Las gárgaras del gobierno.

El mandatario y quienes nos gobiernan  —la izquierda extrema—  y aquellos que se dicen social demócratas en su más amplia acepción, les cuesta digerir un concepto tan básico y sencillo como el terrorismo; como asimismo, las conductas que como tales en cumplimiento del artículo 9 de nuestra CPE son definidas claramente en la Ley 18.314. Esta norma desde su inicio —1984— ha estado sujeta a sucesivas modificaciones, siendo la última en octubre del 2015; como de igual modo el C.P.P. que fija su penalidad. A pesar de ello los sucesivos gobiernos se han resistido a su aplicación constituyéndose en cómplice de tales delitos, no obstante, que desde hace décadas los chilenos constatamos como especifica la ley que tales conductas se han cometido con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor justificado de ser víctima de delitos de la misma especie, sea por la naturaleza y efectos de los medios empleados, sea por la evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo determinado de personas, sea porque se cometa para arrancar o inhibir resoluciones de la autoridad o imponerle exigencias.

En efecto, los homicidios, secuestros, incendios de escuelas, iglesias, capillas, y bosques, quema o apoderamiento de buses en servicio, incendio de estaciones del metro, descarrilamiento de ferrocarril, atentados contra la vida o la integridad corporal de policías y militares; incendio de viviendas con personas en su interior causando la muerte de una o más personas; colocar, enviar, activar, arrojar, detonar o disparar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo, armas o artificios de gran poder destructivo; la asociación ilícita como lo son los siete grupos violentistas que operan en la macro zona sur, vinculados con el crimen organizado, el tráfico de drogas, robo de maderas y abigeato, entre los que sobresalen la CAM, la Resistencia Mapuche Malleco (RMM) y la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML) suceden a diario con nula o casi nula efectividad de fiscales para establecer responsabilidades ante la permanente amenazas de que son objeto; y cuando logran establecer es el gobierno el que se niega aplicar la mencionada ley.

Prueba de lo anterior es que no obstante,  el reconocimiento que ha hecho el señor Boric de actos terroristas en la zona, justificó su renuencia a usar dicha expresión y que su aplicación ha traído pésimos resultados para  las víctimas y para el Estado, y que no es una herramienta jurídica para enfrentar estas situaciones, echando por la borda la afirmación anterior, como tantas otras, lo que pasa a ser una conducta habitual del mandatario. Al afirmar que la ley antiterrorista no es una opción para su gobierno, descarta toda posibilidad ni siquiera de invocarla y dejar a los tribunales encargados de interpretarla y castigar tales conductas, otorgándoles un salvavidas a fiscales y jueces de meterse en las patas de los caballos. Sin duda, muestra una vez más su debilidad ante la presión del PC que capacitó a miembros de su colectividad en las FARC de Colombia con probados vínculos con la CAM, lo que ha influido en el no envío de la reforma prometida. De hecho, su vocera comunista restó jerarquía al delito al señalar que el mandatario respecto al caso del Molino Grollmus, afirmó “que él considera que hubo un acto pensado en infligir miedo y terror, dispara 200 balas contra una familia y usa a una persona mayor como escudo humano y luego la deja caer al piso, es un delito criminal”. Vallejo omitió mencionar la palabra terrorismo, no afirmó que el anciano fue herido gravemente a bala y que las viviendas fueron incendiadas con personas en su interior; agregando luego que esta discusión se ha prestado para aprovechamiento político y que ellos han ocupado la legislación general, de incendios y homicidio y robo de madera para perseguir los delitos.

A mayor abundancia, el mandatario se encarga de difundir personalmente un saludo al Grupo de Puebla: Nos necesitamos más unidos que nunca…estamos empeñados en trabajar por la integración de Latinoamérica, y nos salvamos juntos o nos hundimos por separado, frases que un oportuno lector del decano escribió: “Desafortunadamente y viendo los éxitos del vecindario, yo diría todo lo contrario: O nos hundimos juntos o nos salvamos separados” Es oportuno recordar que este Grupo es sucesor del Foro de Sao Paulo, creado por Fidel Castro, el PC cubano y Lula da Silva al desaparecer la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín para llenar dicho vacío como sostén del comunismo mundial y constituir a este movimiento como el faro que iluminaría a los partidos afines en América Latina. De manera que el Grupo de Puebla —Toribio afirma—  que sería la misma caca con otra mosca, cuyo plan dividido en varias etapas está en plena ejecución, habiéndose cumplido no solo en Chile, sino en casi todo el barrio la primera etapa.

Según la politóloga uruguaya Viviana Padelín es la implantación del gobierno populista, cuyos efectos los estamos viviendo en Chile y cuyo detalle Toribio lo refrescará en un próximo artículo. La segunda etapa, la Consolidación, ha tenido un duro revés, pero no hay que confiarse. Consiste en el quiebre de la clase media, parcialmente ya logrado y la reforma constitucional, felizmente derrotada el 4S, pero que el gobierno persiste en que no se ha cerrado el ciclo, contando con la ingenuidad de la derecha. Esta etapa considera la creación de las milicias armadas que ya existen en la macro zona sur y que en forma velada ha llamado a conformar el alcalde Jadue en la zona urbana, siguiendo la pauta del último cónclave del Comité Central del Partido Comunista Chileno —a que ha hecho mención el ex diputado Arenas— celebrado el mes pasado donde se acordó que el ciclo político iniciado en octubre de 2019 con el estallido delincuencial e insurreccional no ha terminado, en consecuencia está vigente; para lo cual se ha articulado el Plan Nacional de Masas a implementar el 2023, al cumplirse 50 años del golpe militar que terminó con el gobierno de Allende, cuyo proyecto aseguran que está inconcluso. Los chilenos que hemos conocido de sobra lo que significa la acción de las masas ¿Estaremos dispuestos a soportarlos nuevamente?

Como corolario su objetivo es continuar con la etapa final: El neo-comunismo.

Fernando Hormazábal Díaz

General de Brigada (R)