Hace algunos días atrás, se celebró a nacional el sagrado juramento ante Dios y la bandera. Juramento que ha significado una verdadera desgracia para los uniformados, que dieron estricto y sentido cumplimiento en tiempos de guerra anti terrorista  a una de sus más sentidas y emocionantes estrofas cual es: “Cumplir fielmente con Prontitud y Puntualidad  las Ordenes de sus Superiores”. La verdad es que más del 90% de los militares y policías prisioneros de guerra en Punta Peuco, Colina1 y COF., dieron con prontitud y puntualidad, estricto cumplimento a las ordenes de sus superiores en tiempos de guerra. Es más, el Código de Justicia Militar y el Reglamento de Disciplina que los regía, castigaba incluso con cadena perpetua o la muerte, a quien ante el enemigo o terrorista de izquierda en este caso, se negara a cumplir una orden. 

La verdad es que si estas órdenes hubieran sido ejecutadas en los tiempos de paz como los que vivimos hoy, sin duda habría sido irracional o demente cumplirlas y menos, por exclusivas razones ideológicas, como textualmente señalan los Derechos Humanos. Lo cierto que para quienes tienen un sano juicio o aquellos que la izquierda no les ha lavado el cerebro, como ha sucedido con la mayoría de los inocentes jóvenes chilenos, jamás dudarán que los prisioneros de guerra anti terrorista de Punta Peuco, Colina y COF., cumplieron fielmente moral y legalmente las órdenes de sus superiores. Por lo tanto no sólo son inocentes sino que también víctimas de la izquierda atea, vengativa y con fines de lucro como la chilena. 

Esta trágica, despiadada y criminal  injusticia cometida en contra de militares y policías sólo ha sido posible, desgraciadamente debido a que la izquierda pro Nicolás  Maduro o Fidel Castro, inmoralmente se ha apropiado de los Derechos Humanos, utilizándolos como instrumentos de venganza política, contando para ello con la complicidad de jueces Supremos abiertamente de izquierda o que por cobardía moral y temor a ser destituidos constitucionalmente, han fallado prevaricando  a favor de los terroristas de izquierda asignándoles millonarias indemnizaciones y al mismo tiempo, encarcelando a los militares y policías por sólo cumplir con su sagrado juramento ante ” Dios y la Bandera”, hasta rendir la vida de ser necesario.

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

Analista Político Militar