Hace cincuenta y cuatro años atrás, un grupo de estudiantes universitarios junto a otros profesionales, fundaron en Valdivia una filial del MIR. Entre ellos, José Gregorio Liendo, estudiante de agronomía de mi época. Durante el verano, los universitarios del MIR se trasladaban a la tupida montaña de Panguipulli con el pretexto de hacer “trabajos de verano”, conviviendo con los jóvenes obreros madereros a quienes concientizaron políticamente y enrolaron al MIR.

El año 1969, último año del gobierno de Frei Montalba, Liendo abandonó sus estudios y se trasladó definitivamente a la cordillera de Panguipulli. Allí se dieron cita militantes del MIR de la U. de Concepción, Austral de Valdivia, de Temuco y un grupo de extremistas suecos enviados por el gobierno de Olof Palmer, entre ellos Svante Grände. Al poco tiempo ya se había creado un foco guerrillero que comenzó a operar con tomas violentas de fundos, corridas de cercos y trato despiadado hacia los agricultores violentados desde Cautín a Valdivia.  Gregorio Liendo se transformó en el líder “Comandante Pepe “y Svante Grände pasó a llamarse el “Comandante Julio”. Los guerrilleros tomaron cursos de entrenamiento subversivo en Cuba Libia, Vietnam y Argelia, y a su regreso continuaron la usurpación violenta de campos, hasta reunir más de 300.000 hectáreas, pertenecientes a 22 fundos madereros. exigiendo a Allende su expropiación. Dado que la ley de Reforma Agraria no permitía la expropiación de campos cordilleranos, Allende creó el Complejo Maderero e Industrial Panguipulli, bajo la conducción de CORFO y la tutela del MIR, lo que les permitió usar sus instalaciones y recursos para su ideario subversivo.

En febrero de 1971, Liendo fue entrevistado en Carranco por la periodista Nena Ossa, corresponsal de la revista National Review, inserta en su libro “Allende Thank you”.

– ¿Cuál es el plan de fondo de ustedes a corto, mediano y largo plazo?, pregunto la periodista.

– Tomarnos los campos y los pueblos del sur, violentamente si es necesario, mientras en Santiago el MIR se toma la ciudad y bajan a unirse a nosotros a medio camino. Respondió Pepe.

 –¿O sea la meta es tomarse todo Chile violentamente? ¿No les importa si muere mucha gente?, insistió Nena Ossa.

–Claro que violentamente. Tiene que morir un millón de chilenos para que el pueblo se compenetre de la Revolución y esta se convierta en realidad. Con menos muertos no va a resultar – finalizó el Comandante Pepe.

El 11 de septiembre de 1973, en conocimiento de los sucesos de Santiago, el Comandante Pepe reunió a sus hombres en el gimnasio de Neltume y se dirigieron al Retén Neltume, para atacar, robar las armas del contingente de Carabineros y continuar la lucha armada en defensa de su gobierno. El combate duró toda la noche y a la madrugada del día 12 y los carabineros fueron salvados por otro contingente, junto el arribo de un helicóptero de la Fach. Los extremistas huyeron hacia la montaña donde fueron capturados y llevados a Valdivia para ser sometidos a un consejo de guerra, mientras el “Comandante Julio” huía hacia Argentina para enrolarse a la guerrilla transandina.  En octubre de 1973, Liendo a su plana mayor fueron condenados y ejecutados por fusilamiento. El resto de los subversivos escapó al extranjero donde planearon la Operación Retorno.

En 1978, los dirigentes sobrevivientes del MIR reunidos en Europa planearon regresar a Chile para reiniciar la guerrilla y enfrentarse al gobierno militar. Para ello, recibieron entrenamiento militar y armamento, y en junio de 1980 ingresó clandestinamente un pequeño grupo por el paso cordillerano de Panguipulli, con el fin de instalar una base de sustento. Entre agosto y septiembre ingresó el grueso del contingente incluyendo sus jefes. Durante 1981, su presencia en la montaña fue advertida por los lugareños, quienes dieron aviso a las autoridades militares y en junio de ese año se produce el primer enfrentamiento armado con fuerzas del Ejército, con bajas de ambos lados. Un grupo importante escapa, siendo cercados por helicópteros, en septiembre, produciéndose un segundo enfrentamiento con fuerzas del ejército. En octubre cae en enfrentamiento el jefe de la guerrilla Miguel Cabrera alias “Paine”, y con él la plana mayor, erradicándose el foco guerrillero para siempre.

Esta es la verdadera historia de la guerrilla en Panguipulli.

Cuarenta años después de estos sucesos, la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del gobierno de Sebastián Piñera, doña Consuelo Valdés Chadwick, firmó por orden del Presidente, el Decreto número 32, publicado en el Diario Oficial del 6 de julio de 2019, que declara Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico, el conjunto de bienes pertenecientes al desarrollo del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli. Entre estas instalaciones se menciona el Destacamento guerrillero Toqui Lautaro, como fue bautizada la base de operaciones del MIR, desde donde bajaban al llano para propiciar las tomas violentas.

En los considerandos, se dice que la declaración de monumento histórico se hace a pedido de doña Angélica Navarrete Jara, presidenta del Centro cultural Museo y Memoria de Neltume. No solamente reconocimiento recibe el centro cultural Neltume. El 16 de febrero de 2017, apareció publicada la Resolución exenta N° 215 de la Dirección de Bibliotecas, Archivo y Museos, que destina la cantidad de $ 20.600.000 a dicho Museo controlado por la izquierda.

Rodrigo Montesinos