Si a un ciudadano cualquiera, que vivió y sufrió el Gobierno Socialista Comunista de la Unidad Popular, le hubieran profetizado en la década del 90, que en menos de 20 años más, Allende tendría un monumento en la Plaza de la Constitución y su nombre estaría en las principales avenidas del país, que una de las más importantes unidades del Ejército llevaría el nombre del General Carlos Prats, que los Socialistas junto a los Comunistas volverían a Gobernar y además serían mayoría en el Congreso, que los terroristas como el Bin Laden chileno, Miguel Enríquez, serían considerados héroes de la patria, y sus familiares millonariamente indemnizados por el Estado, jamás lo habrían creído y mucho menos que terminarían encarcelados los miembros de las FF.AA, y de seguridad del Estado, que los combatieron y neutralizaron, para que no destruyeran el país como Sendero en Perú.

La verdad y hay que ser honesto para reconocer que la izquierda ha sido y es experta más que en lavado de cerebros, en refregado de cerebros, técnica que logra que una mentira se convierta en verdad ciega y difícil de cambiar y también borrar de la memoria hechos, que se estiman perjudiciales a sus objetivos políticos. Que mejor ejemplo es el de los comunistas, llevan el estandarte de los Derechos Humanos con una frescura sin nombre y nadie les dice nada, siendo que en Chile y en el mundo son  los que más han violado estos derechos y los siguen violando en Chile con los militares y policías y en otros países  con su pueblo como Cuba, Corea del Norte y Venezuela.

Para no creerlo, pero fue cierta la profecía.

Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent

PhD.Universidad Libre de Bruselas